Artículo escrito por Luis Elizondo.
La Fuerza Aérea de los EE. UU. comenzó sus investigaciones sobre los ovnis con Project Sign, Project Grudge y luego Project Blue Book. Con ola tras ola de avistamientos e informes de observadores creíbles, el fenómeno OVNI era demasiado grande para ignorarlo.
A pedido del presidente Truman, la CIA convocó al Panel Robertson, un panel de científicos dirigido por la CIA para abordar el tema.
El Panel concluyó que la información sobre OVNIs y el interés público en el fenómeno eran una amenaza para la Seguridad Nacional, con el fundamento de que la Unión Soviética podría manipular el interés del "platillo volante" en un arma de ataque durante la Guerra Fría.
Como resultado, las agencias de seguridad nacional debían tomar medidas inmediatas para quitar el aura de misterio del fenómeno OVNI y suprimir el interés y los informes sobre OVNIs. También se adoptaron políticas laxas que dieron rienda suelta a los bromistas, así como otras medidas que ayudaron aún más a ofuscar el fenómeno y controlar la narrativa OVNI.
Los ovnis fueron minimizados y, en particular, la Fuerza Aérea, respaldada por la CIA, se basó en el engaño y el estigma para minimizar los informes de ovnis y transmitió lo que incluso podría percibirse como una amenaza para cualquiera que decidiera hablar sobre sus experiencias.
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